San Fernando, Tamaulipas.— La Unión de Ejidos Productores Agropecuarios del Valle de San Fernando (UEPAP), encabezada por su vicepresidente y vocero oficial Guillermo Aguilar, hace un llamado urgente a sus miembros y al pueblo de Tamaulipas para exigir el cumplimiento de los acuerdos establecidos con los gobiernos estatal y federal.

Este miércoles 4 de septiembre, la UEPAP y sus productores del Valle de San Fernando, Reynosa, Valle Hermoso, Río Bravo y Matamoros se movilizarán hacia el Palacio de Gobierno para exigir al gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal, la liberación inmediata de los 270 millones de pesos prometidos en las negociaciones del pasado 8 de agosto.

Guillermo Aguilar recordó que, en mayo, el presidente Andrés Manuel López Obrador, en coordinación con el gobernador Villarreal, prometió mil millones de pesos para atender las demandas de los productores.

Sin embargo, los recursos siguen bloqueados y las promesas incumplidas.

“La UEPAP se levanta porque el campo está en el olvido”, declaró Aguilar. “El abandono se debe a la falta de atención del gobierno federal, la incompetencia en la gestión del T-MEC y los intereses políticos que algunos funcionarios priorizan sobre las necesidades de los productores.”

Aguilar enfatizó que durante seis años los productores han recibido promesas vacías. “El precio de la tonelada de sorgo sigue a la baja, el diésel es inalcanzable, y la canasta básica está fuera de control. Mientras tanto, países como Argentina, Brasil y Chile disfrutan de importaciones sin aranceles, dejando a nuestros productores en desventaja”.

Además, denunció que tanto el gobierno estatal como el federal han incumplido sus compromisos, condicionando los recursos acordados y proponiendo entregas en especie en lugar de dinero en efectivo.

“No aceptaremos más mentiras ni condiciones absurdas”, enfatizó Aguilar. “Queremos el recurso completo, sellado y autorizado.” Si no se recibe una respuesta favorable antes del miércoles, la UEPAP tomará medidas contundentes: “Nuestra gente está preparada; no daremos tregua. Exigimos respuestas y acciones concretas, no promesas.”

Aguilar evocó la lucha de Emiliano Zapata, quien luchó por los derechos de los campesinos bajo el lema "La tierra es de quien la trabaja". Hoy, ese principio sigue siendo el grito de batalla de miles de productores que ven en el campo no solo su sustento, sino un pilar fundamental de la identidad y soberanía nacional.

“Como en los tiempos de Zapata, los productores enfrentan un gobierno que ha fallado en escuchar, atender y proteger a quienes son la columna vertebral del país”, afirmó.

La UEPAP rechaza las condiciones impuestas desde el poder y lucha por un campo digno, donde los productores sean reconocidos como actores clave en la construcción del país. La demanda de recursos en efectivo no es solo una cuestión económica; es una reivindicación de autonomía, de control sobre su propio destino y de exigir políticas que respondan a sus necesidades reales.

El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), presentado como una oportunidad para fortalecer la economía mexicana, ha beneficiado a grandes corporaciones y países con mayores subsidios, dejando a los agricultores mexicanos en desventaja.

“Los precios internacionales del sorgo, establecidos en la Bolsa de Chicago, no reflejan los costos de producción en México”, señaló Aguilar. Esta disparidad, junto con importaciones sin aranceles, ha permitido que Estados Unidos y Canadá dominen el mercado, mientras los productores mexicanos luchan por sobrevivir.

La UEPAP exige una revisión profunda del T-MEC y la implementación de mecanismos de apoyo que fortalezcan la competitividad del campo mexicano, como subsidios directos, aranceles justos para importaciones y regulaciones que prioricen a los productores locales.

“El T-MEC debe ajustarse para proteger al productor mexicano, garantizar precios justos y asegurar que nuestros productos compitan en igualdad de condiciones. El campo mexicano no puede esperar más”, concluyó Aguilar.

La UEPAP reafirma su compromiso de luchar por un campo digno y productivo.

“Unión y Libertad son la base de este país, y hoy recordamos que la tierra es de quien la trabaja”, declaró Aguilar. La resistencia del campo no es solo por dinero; es por respeto, reconocimiento y un futuro donde la promesa de igualdad y justicia sea real y palpable, ¡Zapata vive, y con él, la lucha por la tierra y la justicia sigue viva en cada productor que se niega a rendirse!”.